jueves, 7 de julio de 2011

Líbranos Señor...

Nos encontramos con el típico graciosillo, pícaro pero buen nativo que ayuda al protagonista, pero, ¿cómo no ayudar a John Rambo que acude no sólo a salvar a su amigo el coronel Trautman de las garras de los siempre maléficos soviéticos?, de paso a ayudar a su pais y también porque no, a ayudar a este simpático pueblo que lleva milenios sobreviviendo a la opresión de todos los imperios que por allí pasan.

El buen afgano, muestra a Rambo desde una montaña la tortuosa geografía árida de Afganistan (la película fue grabada en Yuma, Arizona, y en el interior de reservas indias de California) y le suelta el rollo de todos los pueblos que han querido someterles pero que nunca fueron vencidos y el proverbio que les dedican sus enemigos.

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