Es como una civilización futura, un remanso de paz clásico donde las filósofas completamente tolerantes imparten sus magistrales clases a sus alumnos de cualquier ideología, religión y clase social, todos vestidos de blanco en unas ágoras clásicas perfectas, su único deseo es cultivar el saber....
Aquí también podemos ver el relicario de saber, futurista que nos depara el siglo IV, una hermosa y perfecta biblioteca custiodada por un dios vigilante pero comprensivo y respetuoso con todos los saberes.....qué mejor que todo esto para que la sabiduría fluya, religión, cultura, ciencia y tolerancia sin problemas conciliándose.
La perfectión ordenada de la biblioteca donde todos los rollos, papiros, pergaminos, codex.....guardados escrupulosamente en estanterías...y donde todos acuden a llenarse de ciencia, conocimiento en un complejo propenso para ello.
Lo dicho, un lugar perfecto y futuro a finales del siglo IV de nuestra era, pero siempre hay unos malvados, cristianos, que quieren acabar con la utópica venidera culiminación de la cultura para todos y de la tolerancia universal, claro, qué mejor que acabar con ese mundo idílico y destruir la biblioteca-cultura, matar a todos los paganos y acabar con sus asquerosas túnicas blancas...todo con el beneplácito de la policía romana, je, je...
De verdad que son muy malos los cristianos, vestidos de negro sin afeitar en contraposición con los paganos guapos, afeitaditos y de blanco......además el único afán de la turba desaliñada es querer destruirlo todo gritando y regocijándose de la barbarie, bajo la atenta y maliciosa sonriente cómplice mirada del obispo.
Recuerdan un poco a una banda de bárbaros sajones qué sólo quiere matar, quemar, saquear, violar y demás sinónimos que se os puedan ocurrir.
La policía romana dejando que se maten todos entre si, je, je...van viendo el jaleo que les viene encima y hacen una pilatada, una de lavada de manos, je, je..ahí os dejamos que os matéis y saqueéis y destruyáis, nosotros nos largamos.
Genial el grito de alabanza a Dios acompañando a la destrucción de todo aquello que pueda hacer sombra a la verdadera creencia.
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