De todas las Fuerzas de Operaciones Especiales que existen en los ejércitos del mundo, las de los Estados Unidos son las más capaces por preparación y medios. Y las mejores de todas ellas son los NAVY SEAL, los comandos de la Marina.
Los SEAL, para abreviar, están formados por aspirantes de otras unidades especiales de los Rangers, los Marines y los Delta Force. Incluso así, sólo alrededor de un 40% de los aspirantes a formar parte de los SEAL supera las pruebas de admisión.
Aunque pertenecen a la Marina, sus competencias suelen ir más allá. No en vano y no por casualidad, SEAL es un acrónimo de "Sea, Air and Land", es decir: Mar, Aire y Tierra. No sólo pues la Marina se beneficia de las capacidades bélicas de unos hombres escogidos entre los escogidos e inmejorablemente entrenados para llevar a cabo acciones clandestinas de índole excepcional, por su dificultad o su peligro, en cualquier momento, en cualquier parte y bajo cualquier circunstancia.
Los SEAL vieron la luz en 1962 como consecuencia del fracaso estadounidense, un año antes, en el desembarco en Bahía de Cochinos (Cuba). El presidente Kennedy, él mismo un oficial de la Marina en la Segunda Guerra Mundial, consideró imprescindible crear una fuerza de infantería que partiese del medio acuático y desde él se infiltrara en la zona terrestre. Así se crearon los SEAL, a imagen y semejanza de los SAS británicos, y tomando como base los propios equipos estadounidenses de demolición submarina, la US Navy.
Tuvieron su bautismo de fuego en Vietnam, donde empezaron a tejer una leyenda de silenciosa e implacable eficiencia que continuó en conflictos posteriores: Granada, Somalia, Afganistán, Irak...
Conocieron un sonado fracaso en 1980, en la operación de rescate de los rehenes en la Embajada americana en Teherán. Pero sus éxitos, divulgados o secretos, superan con creces sus fiascos. Su naturaleza originalmente acuática se hizo patente, en 1985, en el rescate del transatlántico italiano 'Achille Lauro'.
En el también rescate del capitán estadounidense Richard Phillips, secuestrado por piratas somalíes, con una limpieza y eficacia absolutas, los francotiradores SEAL abatieron a tres de los captores. El cuarto se rindió y fue puesto a disposición de las autoridades judiciales estadounidenses.
Los SEAL son expertos en toda clase de armamento y técnicas de combate. Reciben el mejor y más duro entrenamiento posible.
Aunque pertenecen a la Marina, sus competencias suelen ir más allá. No en vano y no por casualidad, SEAL es un acrónimo de "Sea, Air and Land", es decir: Mar, Aire y Tierra. No sólo pues la Marina se beneficia de las capacidades bélicas de unos hombres escogidos entre los escogidos e inmejorablemente entrenados para llevar a cabo acciones clandestinas de índole excepcional, por su dificultad o su peligro, en cualquier momento, en cualquier parte y bajo cualquier circunstancia.
Los SEAL vieron la luz en 1962 como consecuencia del fracaso estadounidense, un año antes, en el desembarco en Bahía de Cochinos (Cuba). El presidente Kennedy, él mismo un oficial de la Marina en la Segunda Guerra Mundial, consideró imprescindible crear una fuerza de infantería que partiese del medio acuático y desde él se infiltrara en la zona terrestre. Así se crearon los SEAL, a imagen y semejanza de los SAS británicos, y tomando como base los propios equipos estadounidenses de demolición submarina, la US Navy.
Tuvieron su bautismo de fuego en Vietnam, donde empezaron a tejer una leyenda de silenciosa e implacable eficiencia que continuó en conflictos posteriores: Granada, Somalia, Afganistán, Irak...
Conocieron un sonado fracaso en 1980, en la operación de rescate de los rehenes en la Embajada americana en Teherán. Pero sus éxitos, divulgados o secretos, superan con creces sus fiascos. Su naturaleza originalmente acuática se hizo patente, en 1985, en el rescate del transatlántico italiano 'Achille Lauro'.
En el también rescate del capitán estadounidense Richard Phillips, secuestrado por piratas somalíes, con una limpieza y eficacia absolutas, los francotiradores SEAL abatieron a tres de los captores. El cuarto se rindió y fue puesto a disposición de las autoridades judiciales estadounidenses.
Los SEAL son expertos en toda clase de armamento y técnicas de combate. Reciben el mejor y más duro entrenamiento posible.
Actúan en pequeños grupos, de entre dos y ocho elementos, siempre pares.
Su insignia lo dice todo: un águila aferrando un ancla y un tridente.
Pues aquí nuestro amigo Casey, no es un simple cocinero, desde luego, es un SEAL pero no uno cualquiera, es el mejor de todo eso super guay que hemos puesto arriba, ya lo dice quitándose las gafas cuando escucha el nombre de Casey Rayback el capitán de navío Garza, que no es un cualquiera tampoco, está ahí con la crema del almirantazgo estadounidense, el director de la CIA, el del FBI, el almirante, el negro de bigotes.....
¿Y qué me decís del magnáfono?, magnífico, porque no hace un magnáfono cualquiera, un MX-2020 nada menos, un teléfono portable vía satélite con el que se comunica clandestinamente, sin que se enteren los malos del barco, con el almirantazgo de la armada de los Estados Unidos, ¿sabrá el teléfono, se cuadrarán al oir el nombre de Rayback?....., y hasta el almirante dice magnáfono como si nada, como si coges el teléfono y llamas a tu madre para decirle que vas a comer.
Este magnáfono, telefono portátil vía satélite MX-2020 permite aventurarse en lugares remotos con la seguidad de ser capaz de pedir ayuda en caso necesario.
Tiene capacidad para teléfono, fax, telex y comunicación de datos desde cualquier parte del mundo. Puede usarse para recibir y transmitir vídeo en baja calidad, puede conectarse a ordenadores, módems, repetidores de radio, dispositivos encriptados, puede funcionar bajo temperaturas extremas desde -40ºc hasta 60ºc y soporta viento, lluvia, nieve y arena.
El magnáfono fue diseñado y fabricado en los Estados Unidos alrededor de 1990 y es usado desde mediados de esa década, por ejemplo por la gente que viaja a través del outback de Australia, donde otro tipo de servicios de telecomunicaciones no tienen cobertura.
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