E questo è per te

Vito Andolini nació en Corleone (Sicilia) en 1892.
Don Ciccio, por entonces el jefe de la mafia local, mató a su padre por insultarle y a su hermano por jurar la venganza. Vito sólo tenía nueve años y su madre fue a rogarle a Don Ciccio clemencia con su hijo, pero el padrino temía que cuando se hiciese mayor se intentase vengar y se la negó. La madre de Vito dio entonces su vida para que el pequeño pudiese escapar.




Con el tiempo, el pequeño Vito, ahora con el apellido Corleone agrandó su poder y un día decidió volver a Sicilia a saldar su cuenta pendiente.
Don Vito Corleone viajó en 1927 al pueblo de Corleone, en su tierra natal, en compañía de su esposa Carmella y sus hijos, Santino, Federico, Constanzia y Michael y visitó a su familia italiana. Allí también le esperaba Don Tommasino que era amigo de la infancia siciliana de Don Vito y actualmente mafioso de rango en la región central en la isla y aliado de la familia en sus negocios italianos.
La supuesta finalidad del viaje era reunirse con el jefe de la región, mejor conocido como Don Ciccio, el viejo conocido del niño Vito Andolini, y recibir su bendición y permiso para poder exportar aceite de oliva a Estados Unidos. No obstante, el verdadero motivo que Vito tenía en mente y desconocido por los demás era asesinar al verdugo de sus padres y de su hermano mayor.
Don Tommasino concertó una cita para que se entrevistase con Don Ciccio, que ya estaba viejo, sordo y enfermo en su casa. Don ito le pidió su bendición para continuar su negocio en América.
El jefe local no sabía que el joven que tenía delante era el hijo menor de los Andolini, inclusive ya lo había dado por muerto.
Don Vito le besó la mano, se acercó a su oreja y le dijo: "El nombre de mi padre era Antonio Andolini...¡Y esto es para ti!".



Inmediatamente el patriarca de la familia Corleone sacó un cuchillo y lo apuñaló en el pecho. La venganza ya se había cumplido.
Luego del violento suceso, se vengó también de los matones que en el pasado se encargaron de cumplir las órdenes de Ciccio, pero en el intercambio de balas, Don Tommasino recibió un disparo en una pierna.

Don Vito huyó hacia un coche y ayudó a su socio, que se encontraba en estado grave, a escapar de la escena del crimen.
A partir del acontecimiento Tommasino quedó paralizado y postrado en una silla de ruedas.