Un tema de ordenadores

Por supuesto Nueva York vive una vez más el fin de semana del 4 de julio y a nuestro querido detective John MacLane le encomiendan una nueva misión, sencilla, en principio todo parece de lo más rutinario, ir a buscar a su casa y llevar a un joven hacker, Matt Farrell, a ser interrogado por el FBI.

Nada tiene que ser fácil con la atracción de MacLane por meterse en problemas y menos una víspera del 4 de julio, no se si ha habido en los Estados Unidos de Norteamérica un 4 de julio desde su independencia en el que no hayan tenido problemas, y de los gordos.
Para John lo corriente tiene el hábito de convertirse en extraordinario, metiéndose abruptamente en el sitio equivocado en el momento mas inoportuno y así se encuentra con que el hacker es un cabo suelto al que tienen que eliminar.
Y por cierto que para cargarse al peladillo del chaval no van unos cualquiera, ponen a un francontirador con una ametralladora y mandan a un comando de profesionales asesinos bien entrenados con armas automáticas sin ningún escrúpulo en matar a cualquiera ni en destruir todo lo que se interponga en su misión.