Tiene buena pinta el planeta donde el amigo y compañero Riddick se destierra voluntaria y salvajemente, todo congelado. Me imagino que no tendrá problema para mantener la carne durante mucho tiempo, la duda que me queda es si habrá algo para cazar, incluso para comer, pero bueno, no creo que le importe, es demasiado duro.
Así como incluso el Sol apenas puede soportar el frío que hace, el frío tampoco podrá soportarlo a él.
Así que el pobre hombre pues quiere apartarse del mundanal ruido y del estrés de los planetas esos futuristas que son todo ciudad y agobian mucho, pero como es tan guay pues todos quieren buscarle y vienen a reclamar su esta vez peluda cabezota, que ya querría Bob Marley en sus buenos años, unos mercenarios que no van a dejar que sea feliz con la helada existencia que había elegido.
Y aquí de nuevo nos demuestra lo tipo duro que es invitando a sus intentacaptores a seguirle a su casita y suelta alguna de esas perlas que tanto nos gustan.
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