Tres Mini Cooper, un furgón blindado, un malo malísimo controlando que nada le pase a su mercarcía y unos malillos ladronzuelos de esos que son buenos en las películas y que siempre nos caen bien pues haciendo la pascua al mas malo.
Eso si, siempre se cuenta con un super master hacker que controla todo lo que le apetece, desde las cámaras de tráfico, los semáforos y porque no, el metro, pero sólo en el momento en el que el peligro máximo casi acaba con la misión de los minis.
je, je, je..genial la idea de meterse con los mini por el metro, correr delante de él y meterse en el túnel justo cuando el master hacker puede pararlo...antes no podía, tiene que esperar a que hagan la carrerita y pasen rozando el último mini contra el vagón del conductor que se queda con una cara de flipao...
Lo de romper el suelo bajo el furgón, no tiene precio, lo calculan a la perfección, claro, los segundos cuenta atrás, donde para el camión y cae perfecto, si es que no hay nada como unos buenos profesionales y tapar el hoyo y ¡hala!, a otra cosa.
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