jueves, 16 de abril de 2015

Era tan real...

Si, si, friki-cutrez al canto, un robocop un tanto humano, con su casco y sus guantes de boxeo que es más que suficiente para que al entrar en un cuadrilátero kidboxer le quiera dar de torrijas pero bien.
Y si, habéis leído bien "kidboxer", ¿porqué será?, me imagino que para que suene aún más cutre de lo que es, je, je...mas cutre que aparecer haciendo de robot sin serlo, con un casco de moto, envuelto en papel de plata del que va con el chocolate y para colmo rodeado de esa vaharada de mentiras...



Cuando una droga que mejora el poder tiene efectos secundarios alucinógenos, es lo que tiene, todo es posible, sobre todo si el médico que te la suministra es tipo el Dr. Metz de las plantillas que con su perorata, te intenta vender las maravillas del producto.

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