sábado, 4 de junio de 2016

Iré allí en plena noche...

"...para  mearme en sus cenizas", ja, ja, ja, ja..al malvado Capone no le ha hecho ni puta gracia que el repugnante super guay agente del tesoro Eliot Ness le haya jodido unos de sus cargamentos y más le jode aún que sus estúpidos esbirros no le entiendan, él sólo quiere hacer sus necesidades...



Cuarenta años después de su muerte en 1957, Eliot Ness, el jefe de los Intocables, el grupo de agentes que puso en jaque al mafioso de Chicago, Al Capone, recibió por fin un funeral con todos los honores en Cleveland, luego de que la urna con sus cenizas estuviera recolectando polvo, entre herramientas y cachivaches, en el garaje de un pariente lejano, durante 40 años.

En un día nublado y misterioso, las cenizas de Ness fueron desparramadas en la laguna del cementerio Lake View. Unas 200 personas se unieron a este tardío tributo. 

La integridad de Eliot fue pura, y su sentido de justicia, inflexible, dijo Rebecca McFarland, vicepresidenta de la Sociedad Histórica de la Policía de Cleveland, que rescató las cenizas de Ness del olvido, para rendirle un homenaje con honores, en el que no faltaron ni los disparos de salva ni las bandas musicales.

La carrera de Ness empezó en 1926, a la edad de 24 años, en Chicago, cuando fue asignado a un grupo de agentes federales de elite, bautizado como los Intocables, que tenía como misión acabar con las bandas mafiosas que traficaban alcohol, durante la tristemente célebre era de la Prohibición (1920-1933).

Sin sentido del miedo, Ness era un tipo frívolo, pero que demostró tener nervios de acero para perseguir a sus enemigos, de los cuales, Capone, también conocido como Scarface porque tenía una cicatriz en la cara, era el número uno.
Entonces, las calles de la fría ciudad de Chicago eran escenario de una guerra sangrienta entre bandas rivales, que se disputaban el negocio ilegal. Precisamente en 1929, los hombres de Al Capone, disfrazados de policías, ejecutaron a siete miembros de la banda rival de Bugs Moran, produciendo uno de los crímenes más espectaculares de la historia de Chicago, que se conoció como la Masacre de San Valentín. La ciudad estaba aterrorizada.
Pero esto no quiere decir que Ness y sus seis agentes hayan sido necesariamente populares, porque, después de todo, la gente consideraba absurda a la prohibición de venta de alcohol.
Pero los Intocables se tomaron su misión al pie de la letra. Esperaban a los camiones de cerveza a la salida de los bares clandestinos, los seguían hasta las destilerías secretas y luego rompían todo a hachazos.
A Ness le gustaba dar golpes espectaculares y salir al otro día en los titulares de los diarios de todo el país. Laurence Bergreen, autor del libro Capone: el hombre de una era, escribió que para el jefe de los Intocables atrapar al mafioso era como un juego, una actividad sujeta a la exageración e inclusive a la frivolidad.
Un documento de la época describe a Ness como un hombre frío, agresivo y sin sentido del miedo, que tenía una marcada tendencia a querer figurar e impresionar a las mujeres.
Sin embargo, el despiadado agente no logró poner a Capone detrás de las rejas. Al final, fueron los recaudadores de impuestos los que atraparon al criminal en octubre de 1931. Lo multaron con 80 mil dólares, toda una fortuna para la época, y lo condenaron a 11 años de prisión. Poco después de que Capone recuperó su libertad, murió entre los delirios, enfermo de sífilis, en su mansión de la Florida.

La vida de Ness, para ese entonces, también había cambiado de rumbo. En 1935, dos años más tarde de que se eliminara la prohibición, Ness fue a parar a la policía de Cleveland, de la que se convirtió en director de la seguridad pública. Su misión fue eliminar a los agentes corruptos de la fuerza, una tarea que realizó implacablemente. También organizó un programa para los boy scouts y reorganizó el tránsito de la ciudad, reduciendo considerablemente el número de accidentes. Sin duda, un oficio menos espectacular.
Entonces, el Intocable había caído paradójicamente en el alcoholismo. Una noche de 1942, cuando volvía borracho de una fiesta, resbaló con su auto en una ruta congelada y huyó de la escena del accidente tratando de no dejar pistas. Pero la historia se supo y fue obligado a renunciar.
Luego, quiso convertirse en el alcalde de Cleveland, pero ya su popularidad se había desvanecido. Intentó, luego, varios negocios, pero todos fracasaron.

El 16 de mayo de 1957, a la edad de 54 años, Ness murió de un ataque cardíaco en Pennsylvania, dejando a su viuda en la bancarrota.



A mi me da cierta grima lo guay que era Ness la verdad, intachable, agresivo, sin sentido del miedo, impresionador de mujeres, policía guay que acaba con sus colegas corruptos, organizador de programas para boy-scauts, reorganizador el tráfico....menos mal que se hace alcohólico y le pillan borracho conduciendo y luego ya al olvido y muere dejando a su viuda ne bancarrota, ya mola más.

El pobre Capone en cambio, lo malo que era y para colmo muere entre delirios, enfermo de sífilis....Parece que muere muchos años antes que Ness, pero, ¿quién sabe si se hizo el muerto y esperó a ese día en que lanzaron las cenizas del organizador de programas para boy-scauts en el lago View y se meo encima de ellas?, ese sería un bonito final para la historieta de Eliot Ness, je, je...
Y luego ya Capone muere en paz a la edad de 98 años, ja, ja, ja...pero con sus necesidades corporales satisfechas, eso si.

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