También quiero unos aros de nariz

Ray Pluto es un buen detective de policía de Nueva York, un buen profesional con un pequeño problema de espalda.


Qué mejor oportunidad y fácil de convertirte en un héroe para la sociedad, para el cuerpo policial y para sus propios compañeros cuando vas a comprar unas hamburguesas y unos aros de nariz y un psicópata desquiciado entra en la hamburguesería a lo bestia matando gente.



La mala suerte hace que su espalda le juegue una mala pasada en el peor momento posible, justo en el momento en que tenía claro lo que tenía que hacer. No le podían pasar mas calamidades, inmovilidad, pérdida de equilibrio, pérdida de sentido al golpearse en la cabeza al caer y pérdida de pistola que para colmo la recoge un niño que se encarga de hacer su trabajo.

El chico se convierte en el héroe y en la figura para los medios de comunicación, mientras que Pluto se convierte en el hazmerreír del cuerpo y de toda la ciudad.