Qué mejor situación que un policía como Jack Mosley, veterano, alchohólico, resacoso, cojo, acabado, cuidando a un negro que no calla.
Menos mal que llegan sus compañeros en su ayuda, policias corruptos, que para evitar que el negro hable, deciden que le van a volar la tapa de los sesos.
Jack Mosley tras la barra del bar, pensando que es lo que tiene que
hacer, y finalmente decide tomar el camino que su conciencia le dicta.
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