miércoles, 21 de noviembre de 2012

El amanecer del hombre



Nos encontramos hace como unos cuatro millones de años en las planicies de África oriental, en la actual Etiopía, donde empezaban a caminar erguidos un grupo de primates, los homínidos. Podían utilizar las manos para coger intrumentos (palos, piedras) y tenían una masa cerebral de unos 425 gramos.
Son los Australopithecus afarensis.


Estos pobres prehumanos cavernícolas pues están ahí en ese desolado paisaje intentando comer los pocos hierbajos que pueden encontrar, que encima se los tienen que pelear con las manadas de tapires que casualidad habitan esa misma zona. Es un intento de supervivencia bastante penoso la verdad.
La única fuente de agua que tienen, fuente por decir algo, mas bien parece un bebedero de patos, se lo tienen que pelear también, me imagino que aparte de con los pesados de los tapires, con otra cuadrilla de pseudohomínidos que está igual que ellos, pasando penurias por la zona árida esa y que les alejan del bebedero intimidándoles. Y para colmo, de vez en cuando un leopardo que domina la región, los tiene atemorizados y caza a algunos de sus miembros.
Vamos, lo que se dice un paraíso en la tierra, no se cuanto tiempo hubiésemos aguantado nosotros por ahí, pasando hambre, frío, miedo, sed.....En resumen no parece que estos pseudohomínidos tuviesen alguna posibilidad de evolución a lo que podría ser algo mas parecido a un ser humano, su situación suena mas a una segura condena a la extinción.


Pero un buen día como cualquier otro en ese horroroso sitio, aparece delante de nuestros pitecos, como por arte de magia, una piedra negra, un monolito.
Eso si, no os penséis que es tan fácil la cosa, no es por arte de magia sino porque casualidad de las casualidades, por aquel tiempo, recordemos que estamos hace unos cuatro millones de años, pasó por el espacio una expedición en nave espacial de unos alienígenas super inteligentes y avanzados que tenían ya todas sus necesidades vitales cubiertas, nada de pelearse entre ellos, ni con tapires, ni leopardos, son super guays y claro, ven que aquí en la Tierra hay algo de vida avanzada, nuestros amigos pitecos sureños, pero que no son muy inteligentes.


Y nada, vamos a dejarles a estos simios agresivos el monolito para que les insufle lo que les falta para que evolucionen y se transformen en unos millones de años de evolución de australopitecos a homos, hasta el día de hoy, que hemos llegado a ser sapiens, que al final sigue siendo lo mismo que antes, un simio agresivo pero con aires de grandeza.

 
Y eso pasó, los prehomínidos están acojonados con el monolito, pero luego llegan a pasar de él y la piedra, que parece que no hace nada pero está manipulando las mentes de los miembros de nuestro clan, les altera el cerebro e introduce en ellos nuevos conocimientos que les van a ayudar a sobrevivir y evolucionar.

El primer conocimiento, el uso de herramientas aparece cuando uno de nuestro cavernícolas mirando el esqueleto de un animal, como otras muchas veces, pues esta vez lo mira de otra manera, parece que reflexiona incluso y ve el esqueleto de otra manera, uhmmm!!!, algo me gusta de estos huesos, y se le ocurre algo que no se había hecho hasta entonces, ni él ni ninguno de sus congéneres, se le ocurre que esos huesos pueden ser usados.



Por supuesto, tras tocar un poco con el hueso (no coge cualquiera, coge el mas gordo de todos, el más robusto) el resto de huesos, golpea el esqueleto, despacio, luego mas fuerte, se le ve en la cara que tiene ganas, hasta que destroza la calavera con violento frenesí.
El paso mas importante en la evolución hacia algo mas que pitecos, el uso de un instrumento como la primera herramienta del ser humano, por supuesto se usa como arma, y sólo hay que ver la cara del mono que ya deja de ser mono y evoluciona a un ser humano para ver que no va a tener ningún problema en usarla para destruir.



¿Tiene algo que ver el monolito que dejan nuestros amigos extraterrestres en todo esto, querían ellos que el primer uso de una herramienta por los simios fuese para usarla como arma o es que desde el origen de nuestra evolución ya somos seres violentos que utilizamos todo lo que descubrimos para la violencia?.
Quizá es al revés y no somos agresivos por naturaleza y ese monolito dejado por esos si agresivos extraños es lo que nos ha transformado, porque hasta que no apareció, nos daba por culo el tapir, el leopardo, las inclemencias y hasta los de nuestra propia raza

Pues no tengo ni idea pero lo primero que hacen es encargarse del clan rival, matar a sus hermanos de raza, con saña y con ganas, les gusta lo de pegar por pegar por cierto, incluso al moribundo tirado en el suelo y por supuesto recuperar el charco de agua. Solucionado el problema de la sed.
Están a punto de extinguirse pero ahora pueden cazar a los tapires con los que conviven, con sus recien descubiertas herramientas de hueso, con palos o piedras y comérselos. Solucionado el problema del hambre.
Del leopardo ni hablamos, si se acerca un poco le lanzarán piedras y si se anima un poco mas, le meterán con el hueso en la cabeza y se lo comerán también. Solucionado el problema del miedo.

Los miembros del clan ya no son simios prehumanos indefensos; ahora son humanos armados y peligrosos. El monolito les ha hecho dar un salto evolutivo que les ayudará a sobrevivir en el momento y a multiplicarse para terminar dominando la Tierra.


Aquí os dejo un montaje con mas o menos todo lo que hemos contado y con esa extraña música-sonido que aparece en la película que parece que junto con el monolito pone nerviosos a los primates.




Y aquí tenéis el fragmento de la película donde el protohomínido descubre la herramienta como arma destrozando el esqueleto del animal. Todo acompañado por la overtura del poema sinfónico de Richard Strauss, "Así habló Zaratustra".


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