Siempre hemos dudado de las invocaciones demoniacas, ¿se puede realmente invocar al Diablo y que este en persona aparezca?.
El padre Ángel Berriatúa tiene muy claro que va a invocarlo y que contactará con Él para que le revele donde será el nacimiento del Anticristo.
Junto a José María, satánico y de Carabanchel y con la ayuda del profesor Cavan, un engañuflo televisivo sobre ciencias ocultas que se supone sabe invocar al Demonio, el padre Berriatúa realiza la mezcla alucinógena para la invocación: demasiados tripis por cortesía de José María, sangre de doncella, se supone y agua bendita empapando las ostias consagradas.
La oración de invocación a Satanás recitada por el padre junto con su juramento de sangre:
"Monseñor y maestro Satán, te reconozco como mi Dios y prometo servirte mientras viva y desde ahora renuncio a Jesucristo.
Prometo adorarte y rendirte homenaje cada día y hacer todo el mal que pueda así como atraer el mal a cuantas personas sea posible.
Te entrego mi cuerpo, mi alma, mi vida como recibida de ti consagrándotela para siempre sin la menor intención de arrepentimiento".
El Pentáculo sagrado está ya cerrado y ninguna fuerza sobrenatural puede entrar en él.
El maestro Cavan es incrédulo y todo esto le parece una payasada, pero su cara cambia cuando aparece una cucaracha que no puede cruzar y retrocede al llegar al círculo que circunscribe el pentagrama.
Aparece el mismísimo Satanás en forma de macho cabrío que se pone a dos patas delante del padre Berriatúa al cual le dice algo en su terrible e ininteligible jerigonza, sólo entendible en el fuego eterno del Averno.
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