jueves, 14 de febrero de 2013

...y jamás traiciones a tu Kan

"No menosprecies al cachorro débil, podría convertirse en un tigre feroz".
Proverbio Mongol.


Desde sus modestos orígenes, al menos desde el Paleolítico, como una mezcolanza desordenada de tribus nómadas, los mongoles han dominado el paisaje de Asia oriental.
La geografía de Mongolia es áspera y variada, con escarpadas cordilleras al norte y al oeste, frondosas estepas por la parte central del país, y el desierto del Gobi en el sur. Aunque las estepas podrían servir de fértiles praderas, la dureza del clima de Mongolia lo impide.
Los veranos son cortos y calurosos, mientras que los largos y gélidos inviernos cubren al país de devastadoras ventiscas (llamadas zud), que hacen el pastoreo prácticamente imposible durante gran parte del año. Las temperaturas por debajo de los -30º C tampoco son raras en invierno.  

Estas tribus eran expertas tanto en la agricultura como en la caza, y sus traslados constantes se debían a la necesidad de adelantarse a esos duros inviernos y a esos secos veranos. Eran hábiles jinetes y arqueros, y destacaban especialmente en el combate a caballo.

De vez en cuando, algunas tribus individuales formaban confederaciones, como la alianza de los xiongnu del 209 A.C. Si bien eran lo suficientemente amenazadoras de forma conjunta para obligar a la dinastía Qin a la construcción de la Gran Muralla china, estos grupos dispersos de tribus no eran duraderos.

Otra confederación de mongoles asoló en los siglos IV y V Asia y Europa enfrentándose al Imperio Romano. No se puede considerar en si una confederación de mongoles sino una confederación de tribus euroasiáticas comandadas por los hunos, un pueblo túrquico, cuyo máximo exponente fue Atila.

Durante los siglos siguientes, muchas de las tribus trataron de unirse, pero estas alianzas efímeras eran rápida presa de disputas internas y desacuerdos sobre los yurtas, los caballos, las mujeres y los derechos de pastoreo.




Temujín, un aristócrata de una de las tribus mongolas, tuvo un sueño y un deseo, unir a todos los mongoles para que fueran más poderosos y conquistar el mundo.
Tuvo claro que los mongoles necesitaban unas normas que cumplir a rajatabla para poder unirlos....e instauró unas leyes bastante inversosímiles para la época y para las gentes a las que iban destinadas.

"Nunca mates a mujeres ni tampoco mates a niños, nunca olvides pagar tus deudas, lucha contra tus enemigos hasta el final........y jamás traiciones a tu Kan".
Prohibió también el saqueo y la violación.

En el año 1196 de nuestra era, el año del Dragón Rojo, Temujín fue nombrado jefe por muchos nobles mongoles tras haber sometido a los tártaros y a los merkit, una tribu del norte de Mongolia. Esto no gustó a algunos de sus familiares y aliados, lo que provocó la rivalidad y el enfrentamiento entre ellos.




Temujín se basó en el culto al dios Tengri y al temor y pavor que despiertan los truenos entre los mongoles que piensan que su dios está enfadado.

El dios del cielo azul estuvo de su parte y ayudado por la casual divina tormenta consigue vencer en la batalla contra sus enemigos. Temujín no teme a los truenos ya que tuvo que acostumbrarse a ellos al no tener en quién apoyarse en esas noches que paso fuera de la protección de su casa.

Tras esta batalla no solo destruyó a sus rivales familiares, sino que obtuvo la adhesión de todas las demás tribus. Nunca antes había conseguido un hombre ganarse la obediencia de todas las tribus de mongoles.

En el año 1206 adoptó el título de "Gengis Kan", el gobernante universal y nació oficialmente el imperio Mongol.

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