martes, 30 de abril de 2013

Seguirán viniendo



Yo el hombre blanco que soy la hostia te trato como el buen salvaje, con ese toque paternalista que parece que nos gusta tanto, hablando como a un niño al aborigen, en este caso un indio de las praderas, para que sepa lo que le viene encima.

Qué buenos que son los indios y viven completamente en armonía con la naturaleza, cazando búfalos a los que al matarlos les hablan dándoles las gracias y sólo los cazan para alimentarse y proveerse de vestimenta, recogen también bayas silvestres que crecen en los prolíficos bosques y ya mas humanamente, se preocupan los unos por los otros y todos viven en paz y armonía......cuando es necesario ya que entre las propias tribus son agresivos, sanguinarios y no dudan en acabar con sus enemigos y robar a las mujeres....
Eso si, en la propia tribu están muy unidos, se apoyan, están muy bien coordinados y compenetrados y cada uno sabe lo que tiene que hacer para y por el pueblo, hacen lo que se les asigna por parte del jefe o del chamán, o lo que les toca todo lo bien que pueden, están perfectamente integrados con el entorno, todo muy bonito, muy de buen salvaje.

Menos mal que llega el hombre blanco y pone un poco de orden en esta sociedad casi idílica. El hombre blanco por supuesto es muy malo, captura, golpea, ataca a todos los indios, saquea, destruye, viola, mata y sólo busca sacar el mayor provecho posible de la tierra sin importarle nada las gentes que habitan allí inmemoriablemente, no tiene escrúpulos, están obligados a estar ahí y no les importa los que allí vivan, son muy individualistas, egoístas y no tienen ninguna preocupación mas que la de sobrevivir........que malos de verdad...
Sus valores son el poder, el abusar de todo cuanto pillan y no tienen reparos en torturar a personas que consideran inferiores a ellos porque si. No tienen ninguna norma moral que les proporcione remordimiento alguno, así como que les impida aprovecharse de las tierras que poseen otros.

Así que si, son malísimos todos excepto John Dumbar, él es el hombre blanco bueno que ha entendido la naturaleza da la cultura de sus rivales, vive con ellos y descubre que la enemistad no debería existir entre ambos bandos, pero también sabe lo que les espera a los indios.....su destrucción.



Qué grande el viejo chamán cuando saca ese casco de los primeros conquistadores españoles casi aún brillante, pulido, sin oxidar y suelta la castaña del abuelo de su abuelo, que o es una forma de hablar o estos indios son longevos hasta dar miedo, si contamos una distancia de 50 años entre generacion de abuelo a abuelo, que ya está bien, su abuelo a lo bestia tendría 100 años mas, el abuelo del abuelo otros 100 mas, con lo cual hace 200 años y con ese casco que tiene en la mano, un morrón, los españoles debieron de aparecer por esas tierras hacia finales del siglo XVI, 100 años antes de lo que nos cuenta el abuelo del abuelo del viejo chamán.

Con lo cual, cuando habla con Dumbar el viejo tiene que tener 100 años y haber nacido hacia 1760. Su abuelo cuando él nació también debía de tener 100 años y haber nacido hacia 1660 y el abuelo del abuelo cuando este último nació tambien tener 100 años y nacer hacia 1560.....si, cuadra, pero no para encontrarse con un conquistador español porque acabaría de nacer, sería el abuelo del abuelo del abuelo, todo si pensamos que los españoles no llegaron incluso antes a las grandes llanuras.

El viejo sabe que tras el paso de los conquistadores, que se fueron por donde vinieron, la llegada de los mexicanos y detrás los texanos y ahora el hombre blanco, será el fin de su forma de vida, serán perseguidos hasta el exterminio, estos no se irán sin eliminarlos.



Y ya para terminar esta castaña os dejo con una verdadera cacería y casi exterminio pero esta vez de los humanos.

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