lunes, 24 de junio de 2013

Creo que este mundo es mas vasto de lo que nadie había soñado

Aquí aparece la voz en off de nuestro amigo Ptolomeo, mas amigo de Alejandro la verdad, muy amiguitos diría yo....y uno de sus generales, que nos va contando las peripecias del ejército macedonio tras su última victoria a medida que van llegando a las cumbres nevadas de Bactria (la satrapía mas oriental del imperio persa, lo que actualmente conocemos como Afganistan).

El caso es que llegan al Hindu Kush (el destructor hindú), un impresionante macizo montañoso que alcanza cumbres de mas de 7.600 metros de altura que ha servido como escudo contra las invasiones a lo largo de toda la historia.
Parece que los macedonios lo confundieron con el Caúcaso, que para ellos era el confín del mundo (eso o que a todos los confines del mundo montañosos les llamaban Caúcaso), no sabían que había mas allá de esas montañas y tal y como dice Ptolomeo, su maestro Aristóteles así se lo enseñaba, que desde esas cumbres a un lado, a poniente, se ve Macedonia y al otro, a oriente, el mar exterior.
Al salir del Mediterráno y llegar a las columnas de Heracles (el estrecho de Gibraltar), los griegos se encontraron con el océano Atlántico, un mar mucho mas poderoso que el Mediterráneo y cuyas corrientes los arrastraban y pensaron y que era el río Océano, un río que en su mitología cincundaba el mundo conocido, eso podía ser el mar exterior al que se refieren.

Se dan cuenta de que el mundo es mucho mas vasto de lo que pensaban y eso que ni siquiera tenían claro que estaban mucho mas al este o eso parece al menos.


Y ahí piensan también que está Prometeo encadenado, en el Caúcaso...Prometeo, Prometeo, el titán ladronzuelo del fuego olímpico para dárselo a los hombres, y que por su pecado fue encadenado en el Caúcaso a vivir eternamente allí y Zeus mandó a que un águila le comiese el hígado, que se le regeneraba ya que Prometeo era inmortal y así el águila volvía y se lo comía de nuevo cada día......un castigo olímpico para un pecado olímpico.
Finalmente parece que en uno de sus trabajos, Heracles líberó a Prometeo del castigo y mató al águila de un flechazo.




Así que aquí estamos, en el paso de Khawak en el año 329 A.C. pasando duramente penurias a 3.500 metros de altitud y en condiciones extremas.

Alejandro, viendo lo que venía había reformado el ejército para adaptarse al nuevo tipo de guerra que les esperaba y formó unidades para especializarlas en el guerra de montaña. También reunió provisiones durante dos meses para estar en condiciones de cruzar estas montañas......A pesar de todas las medidas, los macedonios sufrieron lo indecible y de no haber sido por haber acumulado provisiones, el ejército entero habría sucumbido. Eso si, incloso pese a las previsión, la comida se agotó en los dieciséis días que duró el cruce de las montañas y fue necesario sacrificar a las bestias de carga e ingerir la carne cruda, pues no se podía conseguir ni leña.

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