lunes, 17 de junio de 2013

Te buscaré, te encontraré y te mataré

Qué guay tener un padre como Bryan Mills, un agente jubilado, un oficial de la división de actividades especiales de la CIA, un antiguo espía del gobierno y de las fuerzas especiales, experto en seguridad y que posee "...habilidades que he adquirido en mi vida profesional....", porque claro, dejar a tu hija viajar a París de vacaciones es mas peligroso que mandarla a la jungla colombiana, pero para eso está el bueno de Bryan.

Y nada, por supuesto ha proporcionado a su hija un teléfono internacional para que pueda tenerla controlada en todo momento, pero no es suficiente....



....aún y todo vemos como el experto en casi todo lo que sirve para matar, se tranquiliza aún sabiendo todo el mal que está a punto de ocurrirle a su hija, es un profesional.... y le pide a la chiquita que vaya relatándole todo lo que ve, con eso para él es suficiente y para colmo deja uno de esos párrafos y alguna frase para la gloria:
No se quien es usted, ni sé lo que quiere, si espera cobrar un rescate, le diré que no tengo dinero; pero lo que sí tengo, es una serie de habilidades concretas, habilidades que he adquirido en mi vida profesional, habilidades que pueden ser una pesadilla para gente como usted. Si suelta a mi hija ahora mismo, todo quedará zanjado. No lo buscaré ni lo perseguiré, pero si, pero si no lo hace, le buscaré, le encontraré y le mataré”.

Joder, hasta acojona y todo y eso que lo lees tranquilamente en el sillón de tu casa..... y tras un silencio.....silencio......escuchas al otro lado un irónico "buena suerte" con ese acento de la Europa del Este que da miedo por el tanto mal que nos han hecho todas las películas de espías de la Guerra Fría, todo suena a peligroso, no puede haber nada bueno con ese acento y menos si es albanés como mas tarde descubrirá nuestro buen amigo Bryan, concretamente el que habla es Marko de Tropojë, un tio que va muy de duro con su "buena suerte", pero que no tiene claro con quien se enfrenta.



Bueno bueno bueno, que terrible el Bryan este sacando a relucir todo su saber y sus habilidades aprendidas y adquiridas en su vida profesional que en verdad se convierten en una pesadilla y dan rienda suelta a esa máquina de matar para estos simpáticos chicos venidos de Albania a hacer negocios a París....vamos, que no pestañea y se carga a diez tios antes de que se aclaren quien está en su casa y por supuesto reconoce la voz de Marko, tiene que ser él, ese es el acento de Marko de Tropojë, no de cualquier albanés ni de cualquier del pueblo, es él y se acabó.

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