viernes, 13 de diciembre de 2013

Que yo recuerde, desde que tengo uso de razón, quise ser un gánster

Qué duras son las vueltas a casa de noche y más seguramente después de una buena juerga, el que conduce tiene que mantener los ojos abiertos como sea para no esmocharse y los otros dos colegas sobando la mona....pero, ¿qué es ese ruido?, se despiertan ya todos y no saben que puede ser...¿un pinchazo, han atropellado algo o alguien?, no parece, "....para y lo comprobamos...".

Pues nada, en el maletero hay algo...



 ....joder que si, un tio moribundo y desangrándose y toma que Tommy pierde tiempo..¿de dónde saca ese pedazo cuchillo de carnicero con el que podría cortar el cuello a una vaca, de la chaqueta, lo lleva escondido ahí?, pero si mide 30 centímetros por lo menos, ¿no le molesta?, es un mafioso, probablemente no......y el otro Jimmy le pega unos tiros por si acaso la hojilla, que encima tiene pinta de estar reafilada hasta que corte un pelo en dos, no haya alcanzado bien el final de los órganos internos mas recónditos del cuerpo del pobre tipejo del maletero.

Y para colmo, una vez terminan el trabajillo va el otro, Henry, y suelta lo más normal después de haber visto lo visto, que siempre ha querido ser gánster, claro, es que así como que apetece más.

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