lunes, 26 de mayo de 2014

No voy a gritar

Lo primero una curiosidad que me apetece contaros y que aparece en el inicio de película.

La cuadrilla esta que aparece es una oficina de la CIA de analistas y tios raros que se dedican a leer todo lo que se publica en el mundo y que cae en sus manos, aventuras, revistas, periódicos, novelas......y meten todas las conspiraciones, planes criminales, claves en una computadora que se encarga de confrontar todo eso con los planes y operaciones actuales de la Agencia para intentar buscar asociaciones de posibles y teóricas conspiraciones, ideas, fallos.......

El caso es que saben de todo y se les ocurren ciertas cosas....el más guay por supuesto es el conocido por su nombre clave Cóndor.



Balas de hielo, si señor, grande Cóndor.



Y ahora vamos al tema, ¿Vosotros le abririáis la puerta a este tipejo?.


Yo creo que veo al cara asesino ese por la mirilla o por la cámara de seguiridad y por mucho que venga de cartero o de pastelero no le abro ni harto de vino o de cualquier psicotrópico y ya estoy llamando a la guardia nacional para que se encarguen de él.....pero no todos opinan lo mismo.
Es curioso en una agencia de la CIA que es verdad que no son agentes de campo, y bueno, también es verdad que la que abre es la recepcionista...




Si, acaba junto con su amigo con todos en la oficina, un trabajo limpio, rápido, de primera clase,  profesional, sin dejar rastros, impecable se podría decir, con esos caretos no es de extrañar.
Y si Cóndor se encarga un poco antes de descubrir lo de las balas de hielo y de difundirlo, ya me imagino a esta cuadrilla haciendo moldes de balitas para sus trabajitos, fríos como sus caras, heladores como las balas....

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