Bob Maconel
parece un hombre tranquilo, es una tio normal, reservado y tímido que hace una vida rutinaria acudiendo cada día a su aburrido y cotidiano trabajo. Vuelve a casa y de nuevo a su aburrido y repetitivo trabajo, esa es su vida.
Pero, ¿es normal que Bob tenga en el cajón de su cubículo oficinil un revolver y una bala para algunos de algunos de sus compñaeros de trabajo con su nombre?, ¿es normal que vuelva a casa y su pez de colores le diga que se ha acojonado?, ¿es normal que detecte a su amor platónico por el olfato?, y, ¿es normal que en la hora del almuerzo salga y lleve un detonador, lo pulse y se imagine que hace estallar y arder el edificio de oicinas donde trabaja?......
Parece que este hombre normal, está un poco perturbado quizá por el resentimiento que todas las “injusticias” que acarrea su monótona y vacía vida, y fantasea con asesinar a sangre fría de varias maneras a su entorno laboral.
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